Creo que para muchos este tiempo es como si estuviésemos atravesando un largo viaje en el mar, nocturno, quizás con grandes olas y mal tiempo, y estamos esperando ansiosa o esperanzadoramente que amanezca y lleguemos todos a buen puerto.
Me vienen a la memoria tantas noches oscuras (y algunas complicadas) en las que navegando, los faros trajeron confort y seguridad a mi cuerpo cansado, con frío y sueño.
Los faros iluminan en circunstancias adversas, cuando la costa no se atisba con claridad. Cuanto agradezco a los faros de la costa uruguaya sus luces estables, constantes, siempre presentes en la noche, que no se inmutan por nuestras decisiones y que nos alumbran sin esperar nada, sin pretender que nos acerquemos o no, sin querer dirigirnos hacia ellos o indicarnos otro rumbo.
En esta noche oscura,
¿Cuáles son los faros que te ayudan a decidir tu rumbo?
¿Sientes que quizás seas un faro en la tempestad de alguien?
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